Añade sal al gusto a la cuajada.
4. Dar textura y sabor
En una sartén, derrite la mantequilla y añade la cuajada.
Añade 1 cucharadita de bicarbonato de sodio y remueve constantemente hasta que el queso se derrita y se forme una masa uniforme.
5. Dejar enfriar
Coloca el queso en un molde o recipiente.
Cubre con papel film y deja enfriar completamente en el refrigerador.
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Variedades y opciones
Queso con hierbas: Añade tomillo, orégano o albahaca a la mezcla antes de colocarla en el molde.
Queso con ajo: Añade un diente de ajo triturado mientras derrites la mantequilla para darle un sabor más intenso.
Queso picante: Mezcla con pimienta negra molida o guindilla picada para un toque más fuerte.
Queso ahumado: Si tienes acceso a una parrilla o ahumador, ahuma el queso durante 30 minutos para un sabor profundo.
Consejos y trucos
Usa leche entera:
La leche desnatada o baja en grasa afectará la textura y el sabor del queso.
Añade el vinagre poco a poco:
Si añades el vinagre de golpe, el queso puede quedar demasiado ácido.
Controla la temperatura de la leche:
Si la leche está demasiado caliente, el queso quedará duro; si está demasiado fría, no se separará correctamente.
Reutiliza el suero:
El suero que sobra se puede usar para hacer pan, sopas o como base para batidos.
Conservación:
Guarda el queso en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 5 días.