1. Cocinar la pasta:
Hierve abundante agua con sal.
Cocina la pasta según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente.
Reserva una taza de agua de cocción antes de escurrir la pasta.
2. Preparar la salsa:
Calienta una sartén grande a fuego medio.
Añade el aceite de oliva y la mantequilla.
Saltea la cebolla picada durante 5-6 minutos hasta que esté blanda.
Añade el ajo y cocina por 1 minuto más hasta que esté fragante.
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Vierte el vodka y cocina durante 2-3 minutos para que el alcohol se evapore.
Añade la pasta de tomate y cocina por 2 minutos.
Reduce el fuego al mínimo y añade la crema de leche. Mezcla bien.
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Incorpora el queso parmesano y mezcla hasta que se derrita.
3. Incorporar la pasta:
Añade la pasta cocida a la sartén con la salsa.
Si la salsa está muy espesa, añade un poco del agua de cocción reservada para suavizarla.
Añade las hojuelas de chile y la pimienta negra al gusto.
4. Preparar la carne (opcional):
En otra sartén, cocina la carne molida con cebolla y ajo durante 4-5 minutos.
Añade la salsa marinara, el caldo de res, el tomate en cubos, el morrón verde, y las especias.
Cocina a fuego lento durante 10 minutos hasta que la salsa espese.
5. Finalizar y servir
Mezcla la pasta con la salsa de carne (si decides usarla).
Añade más queso parmesano y perejil fresco al servir.
¡Disfruta de esta auténtica receta italiana!
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Consejos Adicionales:
Usa pasta fresca en lugar de pasta seca para mejorar la textura y el sabor.
Si no tienes vodka, puedes sustituirlo por un chorrito de vino blanco seco.
Para una versión vegetariana, omite la carne y añade champiñones o berenjena.
La crema de leche puede sustituirse por leche de coco para una versión sin lácteos.
Si deseas una textura más cremosa, agrega una yema de huevo al final (fuera del fuego).
¡Espero que disfrutes esta receta tanto como la abuela italiana que la enseñó!
