1- Para mejorar el riego de tus plantas, corta una pañal de bebé y mezcla el material absorbente con la tierra. Esto mantiene la humedad por más tiempo, reduciendo la necesidad de riego a cada dos o tres semanas.
2- Para proteger las plantas de plagas, entierra fósforos (cabezas hacia abajo) en la tierra. El azufre de los fósforos tiene propiedades fungicidas que fortalecerán las plantas.
3- Prepara un insecticida casero con 150g de jabón neutro rallado disuelto en 10 litros de agua caliente. Rocía sobre las plantas para eliminar ácaros e insectos.
4- Usa sal de Epsom (sal inglesa) disuelta en agua para regar ocasionalmente tus plantas. Esta mezcla actúa como pesticida natural y fertilizante, promoviendo un crecimiento saludable.
5- Mezcla piedra pómez con la tierra para mejorar su estructura, aumentar la retención de agua y aportar nutrientes esenciales.