Tritura las galletas en un procesador de alimentos hasta que queden bien finas.
Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta obtener una masa homogénea.
Coloca esta mezcla en el fondo de un molde desmontable y presiona bien con una cuchara para que quede compacta.
Lleva al refrigerador mientras preparas la crema de queso.
Preparar la crema de queso:
En un bol grande, bate el queso crema con la leche condensada hasta que quede suave y sin grumos.
Agrega la crema de leche y la esencia de vainilla, y mezcla bien.
Si prefieres una textura más firme, puedes añadir un poco de gelatina sin sabor disuelta en agua (opcional).
Montar la tarta:
Vierte la mezcla de queso sobre la base de galleta ya enfriada.
Coloca las rodajas de melocotón por encima, distribuyéndolas uniformemente sobre la crema de queso.
Dejar reposar:
Coloca la tarta en el refrigerador durante al menos 4 horas o, preferiblemente, toda la noche, para que tome consistencia.
Servir:
Antes de servir, decora con un poco más de melocotón o incluso con un toque de mermelada de melocotón para dar un acabado brillante.
Consejos de servicio y almacenamiento
Sirve bien fría para disfrutar de una textura cremosa y refrescante.
Puedes almacenar la tarta en el refrigerador hasta 3 días.
Variantes
Si no tienes melocotones, puedes usar otras frutas como fresas, kiwis o arándanos.
Para una versión más ligera, puedes sustituir la crema de leche por yogur griego.
FAQ
¿Puedo hacer esta tarta sin gelatina?
Sí, no es imprescindible. La tarta tiene suficiente consistencia con el queso crema y la crema de leche.
¿Es necesario usar galletas Digestive?
No, puedes usar cualquier galleta que te guste, incluso galletas de chocolate para un toque diferente.