Distribuye el detergente: Espolvorea o extiende el detergente sobre las paredes interiores con ayuda del cepillo para inodoro.
Espera entre 15 y 20 minutos: Durante este tiempo, los componentes del detergente actuarán descomponiendo la suciedad y eliminando los microorganismos.
Cepilla el inodoro: Usa el cepillo para fregar a fondo el interior del inodoro, prestando especial atención a los rincones y debajo del borde.
Descarga nuevamente el agua: Una vez finalizada la limpieza, tira de la cadena para eliminar cualquier residuo de detergente y suciedad.
Te recomendamos: Lo aplico en el cepillo de baño y limpio el inodoro con él. Los depósitos de cal desaparecen en un abrir y cerrar de ojos
Consejos Adicionales
Para una limpieza más profunda, puedes agregar una mezcla de vinagre blanco y bicarbonato de sodio antes de frotar con el cepillo.
Evita el uso excesivo de detergente, ya que podría generar espuma en exceso y dificultar el enjuague.
Mantén una rutina de limpieza regular, repitiendo este proceso al menos una vez por semana para prevenir la acumulación de residuos.
Asegúrate de ventilar bien el baño durante y después de la limpieza para evitar la acumulación de humedad y prevenir malos olores.
Para un aroma fresco y duradero, puedes añadir unas gotas de aceite esencial de lavanda o eucalipto en el agua del tanque del inodoro.
Siguiendo estos sencillos pasos, podrás disfrutar de un inodoro limpio, reluciente y con un agradable aroma sin necesidad de recurrir a productos químicos agresivos. ¡Pruébalo y comprueba los resultados por ti mismo!