Mezclo 450 g de harina de espelta con 150 g de yogur: ¡el mejor pan de todos los tiempos!

Preparación de la levadura (si se usa levadura seca): Disuelva la levadura con azúcar en agua tibia y déjela reposar durante unos 5-10 minutos, hasta que se forme una espuma.
Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, mezcle la harina de espelta con la sal.
Agrega el yogur: Vierte el yogur en el bol con la harina y mezcla hasta que esté ligeramente combinado.
Agrega polvo de hornear: Si has preparado polvo de hornear, viértelo en la mezcla. Si usas levadura instantánea, agrégala directamente a la harina junto con agua tibia.
Amasado: Añadir el agua poco a poco, amasando la mezcla hasta que quede suave y homogénea. Si la masa está demasiado seca, agregue un poco más de agua, una cucharada a la vez. Si está demasiado pegajoso, agregue un poco de harina.
Fermentación: Cubre la masa con un paño de cocina y déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.
Horneado: Precalentar el horno a 200°C. Transfiera la masa leudada a una bandeja para hornear cubierta con papel pergamino o a una fuente para hornear. Puedes untar la parte superior con aceite de oliva para que quede más crujiente.
Hornear: Hornea el pan durante unos 30-35 minutos, o hasta que esté dorado y, al golpearlo, suene hueco por dentro.
Enfriar: Deje que el pan se enfríe sobre una rejilla antes de cortarlo.
¡Disfruta de este pan casero, perfecto para acompañar cualquier comida o para disfrutar con un poco de mantequilla o mermelada!