Helado de Café Casero

Instrucciones:
Calentar la mezcla de leche y café
En una cacerola, calienta la leche junto con la crema de leche y el café soluble (o espresso).
Remueve bien hasta que el café se disuelva completamente y la mezcla esté caliente, pero sin hervir.
Preparar la base del helado
En un bol, bate las yemas con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y de color más claro.
Agrega poco a poco la leche caliente a la mezcla de yemas, batiendo constantemente para evitar que las yemas se cocinen.
Cocinar la crema
Vierte la mezcla nuevamente en la cacerola y cocina a fuego bajo, removiendo constantemente con una cuchara de madera o batidor de mano.
Cocina hasta que la mezcla espese ligeramente (sin llegar a hervir) y tenga la consistencia de una crema ligera.
Retira del fuego y añade la esencia de vainilla.
Enfriar la mezcla
Pasa la crema por un colador fino para eliminar posibles grumos.
Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera por al menos 4 horas o hasta que esté bien fría.
Congelar el helado
Si tienes heladera: vierte la mezcla en la máquina y sigue las instrucciones del fabricante.
Si no tienes heladera: coloca la mezcla en un recipiente apto para congelador y remueve cada 30 minutos con un tenedor durante 3-4 horas para evitar que se formen cristales de hielo.
Servir y disfrutar
Una vez que el helado tenga la textura deseada, sírvelo en copas o conos.
Puedes decorarlo con granos de café, chocolate rallado o un poco de caramelo.
¡Disfruta de este cremoso y delicioso helado de café casero!