Cortar las gelatinas de sabores: Una vez que las gelatinas de sabores estén cuajadas, córtalas en cubos pequeños. Puedes utilizar un cuchillo para hacer cubos regulares o ser creativo y hacer formas con cortadores de galletas pequeños.
Montar la gelatina en vaso: En los vasos transparentes, añade una capa de los cubos de gelatina de un color, luego vierte un poco de la mezcla de gelatina de leche para cubrir. Repite el proceso con las gelatinas de otros colores, alternando las capas de cubos de gelatina y la mezcla de leche. Asegúrate de dejar que cada capa se asiente un poco en la nevera antes de añadir la siguiente para obtener un efecto visual más limpio y definido.
Refrigerar antes de servir: Una vez montados todos los vasos, refrigéralos por al menos 2 horas antes de servir para que todas las capas se asienten y los sabores se integren. Puedes decorar la parte superior con un poco de crema batida o frutas frescas para un toque final.
Consejos y Conclusión
Para darle un toque aún más festivo a tu gelatina en vaso, puedes añadir una capa de gelatina con burbujas. Para lograr este efecto, prepara la gelatina de tu elección y, antes de que esté completamente cuajada, bate enérgicamente con un batidor manual o eléctrico. Esto incorporará aire en la mezcla, creando una capa burbujeante que se verá espectacular cuando se sirva en los vasos.
La gelatina en vaso no solo es un postre delicioso y fácil de preparar, sino que también es un espectáculo visual que alegrará cualquier mesa. Su combinación de colores y texturas la convierte en una opción ideal para sorprender a tus invitados o simplemente disfrutar de un dulce refrescante en casa. Además, su versatilidad permite que juegues con diferentes sabores y presentaciones, adaptándola a tus gustos y ocasiones especiales. Con esta receta, te aseguras de tener siempre un postre que no solo encanta al paladar, sino también a la vista. ¡Anímate a prepararla y disfruta del proceso creativo!