Tomá una de las hojas del centro de la corona y tirá suavemente.
Si la hoja se desprende con facilidad, la piña está lista para comer.
Si cuesta sacarla, aún no ha alcanzado su madurez.
4. Tocá la piña y verificá su firmeza
Presionar suavemente la cáscara también ayuda a saber si la piña está lista para comer:
Debe ceder levemente al presionar, pero sin ser demasiado blanda.
Si está dura, aún le falta madurar.
Si está demasiado blanda, puede estar pasada o haber comenzado a fermentar.
5. Observá los «ojos» de la cáscara
Los «ojos» son las pequeñas hendiduras o patrones en la cáscara de la piña.
Si los ojos son grandes y espaciados, la piña está bien madura y dulce.
Si son pequeños y apretados, es probable que aún le falte desarrollo y tenga menos sabor.
Consejos adicionales
No guardes la piña en la heladera si aún no está madura, ya que el frío detiene su proceso de maduración.
Si compraste una piña poco madura, podés dejarla a temperatura ambiente unos días para que termine de madurar.
Para mantenerla fresca después de cortarla, guardala en un recipiente hermético en la heladera.
Con estos trucos, elegir una piña (ananá) dulce y jugosa será mucho más fácil.
¡Probá estos consejos en tu próxima compra y disfrutá de la mejor fruta en su punto justo!