Un consejo tradicional que todavía es muy valorado: este truco ayuda a mantener frescos y secos los trajes guardados en armarios poco ventilados.
En resumen, colocar una bolsa de sal en tu armario es un método antiguo y efectivo para absorber la humedad y preservar la frescura de tus prendas, con la opción de añadir aceites esenciales para un toque aromático.