Lava las pechugas de pollo y córtalas en trozos medianos o filetes finos, según tus preferencias.
Sazona los trozos con sal, pimienta negra y ajo en polvo al gusto.
2. Prepara la mezcla
En un bol grande, bate los huevos y mézclalos con la nata.
Añade el maíz enlatado bien escurrido, el perejil picado y las especias. Mezcla todo bien.
Añade poco a poco la harina, removiendo hasta tener una masa suave y ligeramente espesa.
3. Cocina el pollo
Añade los trozos de pollo a la mezcla preparada, asegurándote de que todos los elementos queden bien cubiertos.
Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio.
Con una cuchara, vierte un poco de esta mezcla en la mezcla y forma bolitas. Fríe los trozos en el aceite caliente durante 5 minutos por cada lado, hasta que estén dorados y completamente cocidos. Consejos
Cambia los ingredientes: Puedes añadir otras verduras como zanahoria rallada o pimientos morrones picados para aportar más sabor y nutrientes al plato. Controla la temperatura: cocina a fuego medio hasta que el pollo esté dorado por fuera y jugoso por dentro.
Guarnición perfecta: sirve con una ensalada fresca o arroz al vapor para una comida completa y equilibrada.
Ajusta la sazón: ajusta la cantidad de ajo, pimienta y hierbas a tu gusto para realzar el sabor.
Con esta sencilla receta, podrás preparar un plato sabroso y nutritivo en poco tiempo. Disfrútalo todos los días.
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