¡Agua fría para un pan francés perfecto!

Corta el pan duro en rebanadas gruesas de aproximadamente 1 pulgada.
En un tazón grande, mezcla la leche, el agua fría, los huevos, el azúcar, la vainilla, la canela y la sal.
Sumerge las rebanadas de pan en la mezcla, asegurándote de que queden completamente mojadas.
Calienta una sartén grande a fuego medio-bajo. Agrega un poco de mantequilla o aceite.
Fríe las rebanadas de pan por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes.
Sirve caliente con miel, jarabe de arce, mermelada o tus toppings favoritos.
Consejos:

Puedes usar cualquier tipo de pan duro para esta receta, pero el pan brioche o el pan de challah funcionan especialmente bien.
Si la mezcla está demasiado espesa, agrega un poco más de leche o agua. Si está demasiado líquida, agrega un poco más de harina.
No frías el pan a fuego demasiado alto, ya que se quemará antes de que se cocine por dentro.
Puedes agregar otras especias a la mezcla, como nuez moscada o jengibre.
Para un pan francés más saludable, puedes usar leche descremada o leche vegetal.

¡Prueba esta receta de pan francés con agua fría y disfruta de un desayuno o una merienda deliciosa y crujiente!

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